Precalentar el horno a (350°F).

En un cuenco o en un procesador de alimentos, mezclar todos los ingredientes de la base para formar una masa homogénea.

Usar los dedos o el fondo de un vaso para repartir la masa de forma uniforme en un molde desmontable de 23 cm de diámetro. Presionar bien. Refrigerar durante 10 minutos.

En un bol grande, mezclar todos los ingredientes del relleno. Utilizar una batidora de mano o una batidora de vaso para batir todos los ingredientes hasta que la mezcla quede esponjosa (unos 5 minutos). Si la batidora tiene paleta, el relleno quedará aún más suave y esponjoso.

Sacar la base previamente preparada del frigorífico y hornearla durante 10-12 minutos. Dejar que se enfríe completamente antes de verter el relleno dentro. Alisar la parte superior con una espátula o cuchara.

Cubrir el pastel con un film de plástico y refrigerarlo durante al menos tres horas o durante toda la noche.

Justo antes de servir, pasar antes un cuchillo de hoja fina por los bordes de la tarta para despegarlos del molde y desmontar los bordes del molde.

Decora la parte superior de la tarta de queso con naranja, granada y menta fresca.