Precalentar el horno a 225ºC (450ºF). Cortar los calabacines por la mitad, a lo largo, y añadir sal. Dejar reposar durante 10-15 minutos.

Absorber el agua que se desprenda con papel absorbente o con un paño de cocina limpio.

Colocar las piezas de calabacín sobre una bandeja de horno forrada con papel de pergamino. Untarlas con aceite de oliva por ambos lados.

Trocear las verduras finamente y mezclarlas con los demás ingredientes. Sazonar al gusto.

Aplicar la mezcla sobre el calabacín. Hornear durante 15-20 minutos o hasta que se doren por encima.

Servir con brotes de espinacas y aceite de oliva.